Vengo

Transitando por veredas estrechas, consumido por tiempos memoriales, días que jamás olvidaré, el camino solitario y las ilusiones enjauladas en cofres nauseabundos, recorro las huellas de la desventura, un simple transeúnte del destino



 Vengo con las ilusiones rotas, con el llanto en las venas
con la raíz de la nostalgia a flor de piel,
vengo regalando pesadumbre, sembrando tristeza, desnudo de mi alma,
como transita solitario el abandono, como si me estuviera coleccionando la muerte

Vengo con la pesadumbre de interminables días,
con la ciega pasión de un universo que ya no existe, que ya no tengo,
disfrazado de raíces, de árboles, mimetizado en piel y huesos,
como el fuego que incinera mi condena, castigado por las frases que no digo

Vengo atribulado de ilusiones, con la esperanza sobre el pecho,
con mi espada manchada de abandono, con mis gritos sordo-mudos,
vengo con un puñado de noches a cuestas, con el criterio destrozado,
vengo con el corazón en las manos, arrastrando mi voluntad, con el abandono en las rodillas,
como el pájaro sin nido, y voy hacia tus brazos o sólo vivo imaginándolo.