ya no está

En un recóndito rincón de mi corazón se albergaba con nostalgia tu recuerdo, una sonrisa que trituraba mi memoria, y aquel tenue caminar tuyo, siempre, siempre y casi siempre tu risa retumbará en mis recuerdos, como aquella fría noche de junio. Aquí te dejo este poema





desear tener
las suaves caricias,
esos beso,
esas lúgubres canciones…

te mueres,
es el exilio, y un sarcófago
lleno de tinieblas
en la noche triste en que no estás

y me voy con ella,
al lugar que prometimos
las catacumbas nos esperan
la prórroga de la existencia

no me importa,
ya no sirve,
es todo en casi nada
la sangre que fluye
las sonrisas ahorcadas
se suicida el encanto

y decapitados a tus pies,
los fantasmas…
mi fúnebre amanecer
sin sueños
yo creo la magia,
te quedas, esa podredumbre
en tus muslos fenecen los suspiros