En los días como hoy, una sombra gris acompaña melodiosamente mis designios, y se dibujan espirales tétricas en los laberintos yertos de lo exangüe.
En los días como hoy, sólo soy las consonantes que pronuncio, las frases entreabiertas que intento proferir y una dolorosa voz que clama desde las cavernas, un nombre.
Su nombre y aquellos gestos que conjuraba en el viento, mientras las ánimas cabalgaban por los prados donde su figura era un guardián, una doncella, MI HEROÍNA
Y me pesan las palabras que no le he dicho, me duelen los besos que no le he dado, los abrazos que aún tengo guardados en mi pecho, mientras extraño con nostalgia sus palabras que acariciaban mi rostro, cuando era bajo la luna, el espectro azul dibujado de su femenil figura.
jueves, 20 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario