En la desesperación, nos vemos entre acorralados y dispersos, casi confundidos con los sentimientos racionales que en instantes determinados nos poseen, y luego de fracciones de tiempo, en las que se determina tu inconsciencia simplemente optamos por deducir insignificancias que paulatinamente elevan nuestro sentir.
Expresar, en la desesperación simplemente es hacer mella en licor, en conversaciones absurdas y en discusiones lentas y penetrantes, mientras duran, te acercan plácidamente al dolor, se estimulan con el sufrimiento y paso tras paso se convierten en cálidos susurros que lentamente circunvalan en tus recuerdos.
En la desesperación nos volvemos presas del exterminio, víctimas de las injusticias mientras nos condenan nuestros actos y nos aprisionan cada uno de los fantasmas de la agonía, nos acorralan en un lugar donde el principal peligro son la comunión de nuestro criterio con los actos, cuando las palabras se silencian, las voces internas reverdecen y el sentimiento muta, se alimenta y manso nos consume
...desesperación, mi gloria y mi condena...
Hace tiempo que no me recorría éste lugar... así es que hoy decidí darle luz nuevamente
2 comentarios:
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Excelente composición, y la gráfica describe de manera muy clara lo que al igual siento y pienso
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