Este poema brotó de la nada, de un espacio en el que las conversaciones evocaban los recuerdos, allí donde se construyen versos, y los diagramas se hacen llantos, de imaginar tu sombrío rostro, de recordar el suave titilar de tus encantos, tu voz y los dominios de mi mente
estoy imaginando que vuelan sobre mis pies
una suerte de pergaminos tristes,
las agonías pendientes que perpetuó mi corazón,
y aquellos decapitados suspiros que musitamos
enajenando al cielo, silenciando el verbo
esparciendo en el espacio los alaridos del amargo llanto
estoy viviendo sobre los pasos de la nada
con agujeros en los huecos de la ausencia,
como lágrimas de rosas, como siseo de fúnebres caravanas,
consumido en la espiral de tus lamentos
preso, de los risos y los imaginados atisbos visuales
Como sentado en el filo del mundo, como besado en la mejilla por la muerte,
esperando el momento de fugarme hacia la nada,
hacia tus labios y tus delicados brazos que jamás me rodearán hoy,
cuando necesito esparcir sobre tu espalda mi pálpito,
cuando puedo cerrar los ojos y protegerte en mi regazo
estoy imaginando que besamos el espacio,
que volamos sobres sus pies,
que mi corazón descalzo recordó el camino,
estoy solamente imaginando
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