domingo, 7 de abril de 2013
Somos como sombras que se buscan, como alas en cuerpos de ángeles, somos lo que siempre hemos querido ser
la amo en el silencio de la noche, en el tenue susurrar del viento en madrugada,
la amo con la furia de los días, en la razón de mi nostalgia,
en las mañanas de verano y con el sol palpitante en mediodía,
la amo en mi abandono, con mis días, y en mis idas y venidas
la amo compañera de mi vida, caminante de nuestro sendero,
en el dulce crepitar de mis pupilas, con las transparentes flores,
con el dulce aroma de sus huellas en mis alma,
la amo en donde está y cuando se ha ido,
la amo cuando me habla, cuando me piensa, cuando me extraña,
y mi mente repite incansable su figura, la recorren mis suspiros,
la persiguen mis palabras por los lugares que visita,
la amo en la locura y mi serenidad ausente, cuando me deja pensando en sus palabras,
la amo con sus frases y las mías, en su risa, en su preocupación y en mi delirio,
y mi felicidad provine de su risa, se acuna en su euforia, soy feliz cuando sonríe
la amo cuando viene y en sus beso, la amo como la amaré hasta el último de mis días
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