Hace Tiempo

Hace tiempo que mis desgastados dedos no rayan paradojas ni aromas tétricos, tampoco han dibujado las espirales donde moran mis angustias, ni han aprendido a esbozar el aire, ni a maquinar el olvido, con sus desdeñosos afanes de sobrevolar el odio y fundirlo en una argamasa fúnebre con el aliento de los suspiros proferidos por mi luctuosa savia.

Hace tiempo que extraño mis idas y venidas, mi recorrer entusiasta por los andares de las letras, los números y una suerte de reminiscencia triste, porque la naturaleza le otorgó a mis días una melodía con olores fuertes, meticulosamente preparados, como si el amanecer trajera consigo el ocaso y entre las sobras del crepúsculo se despertara una inocente bestia a la que todos temen, esa bestia se me presentó un día, y se doblegó ante su propia furia, obedeciendo así a mis dominios, esos seres hoy--y ayer y no sé hasta cuándo--me han silenciado los dedos y ya no pueden resumir mis días en parlamentos.

Hace tiempo que vengo intentando no decir nada, tratando con fuerza de reprimir los dolores que me aquejan, el odio que vendó mis símbolos, las figuras que se dibujaron tras ese silencio, pero que acorraladas en mi mente prefieren difundir una nota muda y aquella línea invisible, incluso hoy que amaneció por dónde no debía, ó hasta mañana que será nuevamente el mismo día... entre tanto, recuerdo lo que hace tiempo construyó mi mente, esa realidad exangüe llena de peros y fantasía, y entonces repasaré con mi pluma esas memorias, para ver si así logro rayar--otra vez--mis incongruencias.