...después de todo, llegando al lugar no programado, a despertar la herida de tus recuerdos, para escuchar tu voz, sin promesas en los bolsillos, sin esperanza en el estómago, sólo con las manos vacías y con el sonido del reloj en la memoria...
¿qué será del destino de mis días?
he encontrado al amanecer danzando sobre tus delicados charcos
sucumbió ante la melodía del lecho marino, del delirio sin sombra
de la máscara tenue que sangraba en las veredas solitarias
¿qué será de la inocencia perdida?
de los rasgos infantiles, de la melodía sin censura y del paso de los años
porque estabas adolorida, porque los tormentos molestaban a tu estirpe
y los gritos en martirio y con nostalgia se asombraban de la pérfida lujuria
¿a dónde irán los pasos que se juntan?
en qué sabio episodio de nostalgia volveré a oír tus pasos, absorber tu aroma,
recorrer con mi apetito las lagunas de tu subyacentita congoja,
pero en el recorrido de tu acento, delimitaste las máscaras de mi infortunio
entonces te besaré cuando te vea, recorreré con mis huellas los aspectos de tus poros
y hablaré con tus astros, con tus dominios, con la sabiduría de tus designios
así es como se compromete mi integridad, así es como se entregarán las horas al propósito escondido
como camina la lágrima sobre las mejillas fértiles
como mañana se deshojará la inocencia de los días de lactancia
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