...para volver a dibujar el horizonte sobre paredes fecundas, para fingir que se ha perdido todo, para que sepas que estarás aquí hasta que tú decidas que me vaya...
Tiempo de irse y recorre la veredas propias en reversa,
de regresar en el tiempo, de atravesar las catedrales del exilio,
de fingir que no se ha amado, y de satisfacerse con la nostalgia,
y mientras pensabas que el camino aún no se había transitado,
dar la vuelta y seguir adelante;
tiempo de entorpecer los pasos e iniciar la marcha, de huir con la congoja bajo el brazo
de pretender que no tenemos nada, de saber que sólo está con nosotros lo que necesitamos
de extender las alas y volar al universo
Tiempo de irse y recoger los pasos, de escarbar en fango con los dedos mutilados,
porque se ve en nuestro espectro el abandono,
porque lo que quieres está atrapado en una carroza sin ventanas, sin ruedas y sin esperanza;
tiempo de doblegar las armas y retomar el caminito, la triste senda,
como recorrería el filósofo las paradojas lógicas de su hipocondría,
de retirarse con la soledad en los bolsillos
y amarla, amarla como desearía que nos ame, y recorrí la suavidad aguda del espanto.re
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