...La angustia tiene razones que el sentimiento es incapaz de comprender, tiene sus colores invisibles, sus matices transparentes y una forma enorme que atraviesa la garganta, sin recuerdos, sin nostalgia, sólo con un puñado de ilusiones infértiles muriendo en un latido, sin ninguna piedad, regando sobre el pecho el abandono, así es la angustia, así es el miedo, así son las horas que persigo...
…y qué hay en el corazón al que ya no le quedan fuerzas
en qué momento la desesperación marcó el rumbo de los días,
cómo caminar, si encuentra mutilados los pasos que persigue
porque cada segundo de abandono está tomando forma en mis
sentidos
y deambula solitario en mis laberintos emocionales, el
recuerdo de unos días
de las horas de llegada, la sonrisa, como recordando con
nostalgia los minutos de ti que ya no tengo
mientras se desangran los últimos recuerdos de besos
furtivos
pasos seguros, reminiscencias marchitas de mutilados suspiros
arrancándome de un soplo los designios,
ahora voy a donde no quiero ir, ¿por qué no me detienen? ¿Por
qué dejan que me vaya?
…y qué hay en el corazón agonizante de un verdugo,
si los suspiros moribundos traen lágrimas azules a mejillas
sonrojadas,
ya no puedo refugiarme más en las sonrisas que no tengo, en
los colores de la nada
reconstruir el templo que formamos, necesito tus huellas,
necesito tus espasmos
y se manchaban de dolor las reminiscencias cautivas, los
besos furtivos, las palabras grises,
se morían en mi cuerpo las señales dulces de las caricias
vividas,
ahora nos queda enfrentar a la muerte o sucumbir a las
delicadas tentaciones de la usanza,
en el corazón del que no tiene esperanzas, acorralado en los
murmullos del destino
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